No importa la raza, las características que tenga el animal o el estrato de su amo. En cualquier momento una pulga puede saltarle encima y decidir que el cuerpo de este perro o gato será un buen lugar para vivir.
Lo que resulta aún más desagradable es que este parásito puede ser un habitante más de su casa, pues, del perro o gato, es muy fácil que la pulga pase a los tapetes o cobijas.
Y lo más incómodo, para el animal y para el propietario, es que de una pulga pueden salir más de 30. Estos parásitos se multiplican y llegan a poner hasta 50 huevos en un día, los cuales se convertirán en pulgas después de un ciclo de 15 días o un año, dependiendo de las condiciones del ambiente. Entre más calor, más rápido crecerá la pulga.
Ese tiempo del ciclo es una de las razones por la que resulta difícil saber si su mascota está infestada.
Otra es el hecho de que no todos los gatos o perros son alérgicos, es decir, no todos se rascan. Entonces, para saber si su perro o gato las tiene, puede cepillarlo sobre un papel de color claro, en el que caerán las pulgas. Estas son tan pequeñas como la punta de un alfiler.
Otra opción es convertirse en investigador y revisarlo con cuidado entre el pelo. Seguramente no verá a las pulgas, debido a que suelen correr muy rápido y son muy pequeñas, pero sí podrá encontrar muestras de excremento, que son como pequeños puntos de color café.
Se cree que sus lugares preferidos son las zonas donde las uñas del animal no llegan fácilmente, aunque no por eso hay que olvidar revisarlo, con mucha frecuencia, por todo su cuerpo.
Remedios caseros
Pese a que hay varios productos para prevenir o curar, algunos para aplicar y otros para beber, también existen prácticas que para muchos han resultado útiles, aunque científicamente no se ha comprobado su resultado.
Algunas son:
Baños con vinagre disuelto en agua.
Hervir agua con hojas de poleo. Dejarla enfriar y luego aplicarla en el animal con un atomizador.
Calentar agua con dos rodajas de limón. Luego de que hierva, dejar enfriar y luego aplicar el líquido con una esponja. Dejar secar.
No basta con sacarle las pulgas al perro. Es necesario limpiar el ambiente, es decir, lavar la cama del animal con agua caliente y jabón una vez a la semana y secar muy bien.
Se recomienda aspirar las alfombras cada dos o tres días.
Cuando hay pulgas no basta con los baños especiales si no se limpia bien la casa.
Las garrapatas también los afectan.
Como las pulgas, suelen chupar la sangre de los animales y causar heridas en la piel. Sin embargo, pueden ser más peligrosas por ser las causantes de enfermedades como la piroplasmosis o la ehrlichiosis. Casi siempre están entre los dedos y las orejas del animal.
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